Con todo esto, que nos dejó la Borrasca Filomena y Hortencia: Onda Polar, Nevazones, Hielo, Viento… Hablaremos de zapatos. Calzado para protegernos adecuadamente y mantener la salud en nuestros pies en nuestras actividades cotidianas.
Lo primero que se me viene a la cabeza como Brainstorming, es el video clip de los Village People, apelando a la diversidad, las profesiones, la especialización; “el peón Albañil” con sus zapatos de seguridad.
Bien, dejo mi cabeza en frío, pienso en Invernalia para situarme.
¿Calzado de Invierno – Cuál elijo?
A) El más correcto en relación a tu actividad

Si trabajas al aire libre, que sea abrigado y cómodo para escapar de dolencias y rozaduras, más si debes recorrer largas distancias, usando siempre calcetines de algodón que “transpiran” y mantienen los pies calientes. Lo más óptimo, es que sean “de seguridad” y si tu empresa certificada te los suministra, mucho mejor. Distinto es el panorama de los oficinistas que trabajan a cubierto, donde prevalece la comodidad y máximo confort.
B) Suela – Adherencia

Nuestro calzado debe poseer suelas que nos proporcionen “Agarre, Estabilidad, y ser antideslizantes”. Sí…como el documental de Ranas de Costa Rica en un fin de semana cualquiera y con mantita. O nuestros célebres Gekos “maestros de la adherencia” que aparecen durante el verano.
Nuestro Calzado de trabajo debe poseer suelas de Goma, con grosores específicos que amortiguan y reparten mejor las cargas durante toda nuestra actividad y desplazamientos.
Seguridad “ante todo” para evitar posibles deslizamientos, cuando las condiciones del terreno “son irregulares”, más si añadimos el factor del clima.
C) Transpirar y Materiales de Calidad

Cuero para evitar la sudoración, el mal olor, resistentes al agua.
El calzado debe ser Aislante e “Impermeable contra el frío”, para aquellos que trabajan en la interperie específicamente.
Sobre el calzado sintético: Al no transpirar, “humedecen”, favoreciendo la aparición de hongos, transformándolo en un microclima favorable para estos organismos tan molestos.
D) Sujeción y Firmeza

El calzado debe permitir la totalidad de movimientos de los pies a través de sus materiales de calidad, cordones y mecanismo de sujeción para “evitar las caídas”. Los materiales de seguridad (calidad) no significan “aprisionar al pie”. Es importante que el zapato no suba y baje en los desplazamientos, para evitar esguinces, torceduras y en las zonas de fricción; las incómodas ampollas.
E) Sentido Común – No tacones / Hormas Adaptables
Como cenicienta: Escoger la Horma que mejor se adapte a tu pie, desestimar las estrechas y apostar por aquellas nos dan mayor libertad de movimiento, con las puntas afiladas ocurre lo mismo. Con una buena elección y sentido común de cara al Invierno evitamos patologías como el dedo en garra, los comunes juanetes, deformidades en los dedos, uñas encarnadas. Etc.
Mientras más alto eres, y tu zapato no es el adecuado, mayor peso recae en la delantera, por esto mismo: “Bienvenidas las Metatarsalgias“.

Como decían nuestras Abuelas: “El frío entra por los pies”, por eso la prevención es fundamental, invertir en un buen calzado es invertir en salud, leyendo esta guía evitarás malos ratos, sobrecargas musculares y lesiones.
Finalmente
Cabe señalar que en estos tiempos que corren, si nos cuidamos todos, pronto podremos comer el “Potaje calentito” de nuestra Abuela que tantos consejos sabios nos ha dado.
Y por favor: “No bajar la guardia frente a la Pandemia”.
“Zapatero a tus zapatos”
“Abrígate, que por los pies entra el frío”.
“Camina siempre recto y seguro”.


Ha quedado muy bien. Felicitaciones.
Gracias Esteban.